Muchas familias decidieron huir, pero las que tenían miembros ancianos o niños intentaron esconderse en sus casas. Después de varios días de bombardeos, soldados armados atacaron la región por tierra.
En agosto de 1982, en plena guerra civil en El Salvador, la región de
San Vicente –un bastión de rebeldes izquierdistas en el norte del país
centroamericano- fue blanco de una fuerte ofensiva del ejército.
Se desconoce la cifra de personas que perdieron
la vida ese día, ya que –según algunos relatos- los militares arrojaron
los cuerpos al río o los destruyeron con ácido.
Pero los familiares cuentan al menos 200
desaparecidos por la masacre, incluyendo bebés y ancianos, dice el
informe difundido por este miércoles por la ONG Amnistía Internacional
para recordar los 30 años del hecho, cuyos responsables nunca fueron
castigados por la Justicia salvadoreña.
"Las Fuerzas Armadas llamaron a la operación
'tierra quemada', porque querían acabar con todo lo que veían, personas,
animales. Mataron vacas, caballos, gallinas, perros, gatos. No dejaron
nada. Quemaron las casas", recordó una sobreviviente, Felicitas, que le
dio su testimonio a Amnistía.
Otro sobreviviente, Jesús, le contó a la ONG que
perdió a su madre, su padre, su hermano y su hijo de cuatro años. Todos
ellos fueron asesinados en las márgenes del río Amatitán.
"Yo no me daba cuenta, pero dicen que me quedé
la noche entera llorando. Pasé años y años tratando de lidiar con eso.
Caminaba por la calle y lloraba, comía y lloraba, todas las comidas",
contó.
Guerra civil
La masacre de El Calabozo fue uno de los muchos
episodios sangrientos de la guerra civil que asoló a El Salvador entre
1980 y 1992, con un saldo de 75.000 muertos y al menos 8.000
desaparecidos.
En enero, el gobierno izquierdista de Mauricio
Funes (cuyo partido, el Frente Farabundo Martí para a Liberación
Nacional, desciende de la guerrilla) pidió perdón e inició un programa
de reparaciones, en nombre del Estado, por otra masacre ocurrida en 1981
y recordada como El Mozote, en la que soldados mataron a 936 civiles en
una operación contra la insurgencia.
Sin embargo, veinte años después del fin de la
guerra, "casi nadie fue condenado por haber ordenado o llevado a cabo
las matanzas, la tortura y la violencia sexual (registradas) en el
conflicto", dice el informe de Amnistía.
En el caso de El Calabozo, la ONG afirma que a
los sobrevivientes les tomó diez años para poder regresar a las aldeas
arrasadas. En 1992, algunos de ellos hicieron un pedido formal para que
se investigue la masacre.
"El caso fue cerrado al año siguiente, a pesar
de las pruebas y de que la Comisión de la Verdad de la ONU, establecida
después del conflicto, había documentado la masacre ", prosigue
Amnistía.
"Desde entonces sobrevivientes, familiares y ONG
luchan para que haya justicia. Cada vez que el caso fue reabierto,
enfrentó algún obstáculo legal”.
La abogada de algunas de las víctimas, Claudia
Interiano, le dijo a Amnistía que muchos de los sobrevivientes del 21 de
agosto de 1982 ya murieron. "Parece que ellos (autoridades) están
esperando que todos mueran para que el problema desaparezca”.
Outra organización que se queja de la impunidad
de la guerra civil es Pro-Búsqueda, que intenta localizar cerca de 600
niños desaparecidos durante la guerra civil.
Ester Alvarenga, directora de la ONG, le dijo a
la agencia Efe que, a pesar de los gestos de "buena voluntad" del
Estado, poco sea avanzado en la investigación de las desapariciones
forzadas durante los 12 años de guerraPara seguir o blog e receber postagens atualizadas, use a opção "seguir", ao lado.
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