O Planeta "samba" em torno de seu próprio eixo e isso altera a marcação do tempo.
Resultado: o tempo marcado pelos relógios atômicos tem mostrado diferenças em relação ao tempo medido pela passagem do sol sobre o observatório de Greenwich, na Inglaterra.
"O Meridiano de Greenwich passa pelo Observatório Real, onde possui uma marcação física no solo (ver na foto). Por um acordo internacional em 1884, o meridiano é adotado como referência para as longitudes e fusos horários, sendo o "primeiro meridiano".
A matéria abaixo, de Dalia Ventura, da BBC, diz o que os cientistas irão fazer a respeito.
A reunião que estava marcada para este mês aconteceu, mas a decisão final acabou sendo adiada (+ detalhes?).
A reunião que estava marcada para este mês aconteceu, mas a decisão final acabou sendo adiada (+ detalhes?).
Como exemplo de excelente matéria jornalística, contextualiza o assunto com uma breve História do tempo em torno do meridiano de Greenwich.
El tiempo puede cambiar en enero
Dalia Ventura
¿Dónde se
determina qué hora es?
Si respondió, como la mayoría de los que les
pregunté, en Greenwich, acertó... en parte.
Resulta que los mismos ingleses que, en el
siglo XVIII, se pusieron en la tarea de establecer el estándar que le serviría
de referencia al mundo durante más de 120 años, en 1955 se inventaron el primer
reloj atómico preciso, y empezaron los problemas.
"Desde los años '20 se sabía, y antes se
sospechaba, que el movimiento de la Tierra no es tan constante como se
pensaba", le dijo a al BBC Rory McEvoy, curador de horología del
Observatorio Real británico.
GMT (Greenwich Mean Time o Tiempo Medio de
Greenwich) se basa en el paso del Sol sobre el meridiano cero en Greenwich
Park, en el sureste de Londres.
Pero al parecer, la Tierra no es un
cronómetro fiable debido a un ligero bamboleo al girar sobre su eje, de manera
que es mejor confiar en las vibraciones de los átomos, que pueden contar
segundos con una precisión increíble.
O por lo menos eso es lo que proponen con
vehemencia algunos países de la comunidad internacional. Sin embargo, otros se
oponen a la idea con un ardor semejante.
El enfrentamiento de mentes se dará este
próximo enero y la decisión puede literalmente cambiar el tiempo.
¿Qué?
¿Por qué quieren cambiar el tiempo?, le
pregunté a Vadim Nozdrin, asesor de la Unión Internacional de Telecomunicaciones
(UTI), un organismo especializado de la ONU.
"Buena pregunta", respondió,
"pero no sencilla... ¿tiene tiempo para que se la responda?".
Y, pues sí. Si pretenden cambiar una de las
pocas cosas que uno cree que entiende...
Si los segundos intercalares
desparecen, con un nuevo sistema, a medida que la rotación de la Tierra se
desacelere, los días "reales" serán más largos que los
"oficiales"... más o menos un minuto cada 50 años
A dos tiempos
Volvamos al principio. Sí, Greenwich es
todavía el lugar en el que se marca una de las tres escalas de tiempo: el
Horario Universal, que se emplea en todo el mundo como línea internacional de
cambio de fecha. El día empieza en ese meridiano.
Quienes trabajan con el tiempo, como Nozdrin,
no lo llaman GMT sino UT1.
Pero hay otra escala de tiempo. El TAI, o
Tiempo Atómico Internacional, es un estándar atómico de alta precisión, que no
está ligado a un fenómeno astronómico.
"En este caso, el cálculo de un
intervalo de tiempo es determinado por un fenómeno físico. Hay unos 400 relojes
atómicos localizados en unos 50 países que recolectan, procesan e intercambia
información que mandan al Bureau Internacional de Pesos y Medidas (BIPM)",
le explica Nozdrin a BBC Mundo.
Ese organismo, con sede en París, es el
responsable de mantener el tiempo atómico.
Como la rotación de la Tierra no es exacta
pero los cambios en los átomos sí, hay una diferencia entre el UT1 y el TAI.
Así que "en 1972 se trató de unificar
las distintas escalas para ser más precisos. Se creo el UCT, Tiempo universal
coordinado. Si la diferencia entre UT1 y TAI es de más de un segundo, el
Servicio Internacional de Rotación de la Tierra puede regularlo, quitando o
poniendo un segundo".
Esos segundos se llaman 'segundos
intercalares'.
Y eso es lo que se quiere simplificar: no más
UT1, ni TAI, ni UCT, ni segundos intercalares.
Sólo una escala de tiempo, la atómica.
No es tan simple
Pero simplificar no es tan sencillo.
Francia vs Inglaterra
El trabajo de Nevil Maskelyne, un astrónomo
del siglo XVIII, ayudó a establecer a Greenwich como el guardián del tiempo del
mundo.
Francia lanzó una poderosa embestida para
tomar la batuta en una conferenica internacional en 1884, pero perdió.
En rechazo a la decisión, marchó de acuerdo
al "Tiempo meridiano de París" hasta 1911.
Si se abandona la medición de los días de acuerdo
a la posición del Sol respecto a la Tierra, Francia conseguiría por fin lo que
tanto anheló.
Lo que se viene en enero promete ser un
encuentro de titanes.
Aún no se sabe con exactitud de qué lado del
ring están los casi 200 miembros de la UTI, pero ya se tiene una idea de la
posición de algunos pesos pesados.
En una esquina están 13 países, incluidos
Estados Unidos, Francia, Italia y Alemania.
En la otra, el Reino Unido, China y Canadá.
Los primeros abogan por abandonar la escala
antigua, arguyendo que los relojes atómicos son parte integral de la tecnología
moderna. A bordo de cada satélite GPS, transmiten señales a los sistemas de
navegación en automóviles, barcos y aviones para juzgar a su ubicación precisa.
Además, alegan que la precisión es esencial
para el comercio en el mundo moderno. Las redes informáticas se comunican a
través de zonas horarias y, con relojes atómicos como referencia, se pueden
evitar errores, garantizar la seguridad y proporcionar una transferencia de
datos fiable.
El problema es que esos aparatos no son
técnicamente capaces de agregar o quitar segundos, así que no pueden ser
ajustados.
Por eso, dicen, todo debe depender de ellos.
¿De los astros a los átomos?
No obstante, los que defienden mantener la
medición del día arraigada a la Tierra, aseguran que sus opositores exageran
los problemas que representa tener en cuenta el entorno astronómico.
Añaden que al ignorar la rotación del planeta
en nombre de los aparatos que hoy en día lo hacen funcionar, el día de la
Tierra se desfasaría, sin opción de ajuste, del día atómico. Pero por muy poco.
Aunque se trata de segundos, estos se van
acumulando, ese es uno de los puntos que incomodan a quienes se oponen a
condenar a Greenwich a las páginas de la historia.
El ministro encargado de ciencia del Reino
Unido anticipa que "la posición británica es que mantendremos el tiempo
real que es el que experimentamos los humanos, basado en la rotación de la
Tierra y no en un reloj atómico... ¡eventualmente la medianoche ocurrirá al
mediodía!".
La polémica parece irreconciliable. Y en
teoría, la decisión tiene que ser unánime.
"Es por eso que durante los últimos diez
años hemos estado llevando a cabo grupos de estudio", señala Nozdrin.
"El resultado es que no hay
acuerdo", dice, y ríe derrotado.
El asunto debería ser definido en la Asamblea de
Radiocomunicación que tendrá lugar entre el 16 y 20 de enero de 2012, seguida
por la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones, 23 de enero al 17 de febrero
2012, en Ginebra.
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