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30 março 2012

La “guerra de los puertos” en Brasil

Consiste en subsidios a los productos importados. Por lo tanto, un producto comprado (de empresa de otro país) que tiene tipo de ICMS de un 18%, se talla en un 12% en el estado brasileño donde fue desembarcado y en un 6% en el estado de destino (donde se venderá al consumidor). Sucede que el interés aplicado por el llamado “estado de origen” recibe un subsidio, llamado de crédito presumido, de un 75% del valor del impuesto. Así, el tipo en un 12% cae, en la práctica, a un 3%, que pasa a funcionar como una tasa de cambio favorecida.

El producto importado, entonces, paga, al todo, un 9% de Impuesto de Operaciones Relativos a la Circulación de Mercancías y sobre la Prestación de Servicios de Transporte Interprovincial e Intermunicipal y de Comunicación – el nombre oficial del ICMS. O sea, un 3% en el estado de origen y un 6% en el estado de destino. El subsidio genera una competencia predatoria al producto nacional, que, sin subsidios, paga un 18% del tipo inicial de ICMS.

Los estados de origen se benefician con el establecimiento de empresas importadoras en su territorio y con el movimiento de sus puertos.


Unión y estados discuerdan sobre la solución

#SenadoBrasileño


 
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